París, 30 jul (Prensa Latina) Triunfar es la máxima de todo deportista, hacerlo al pie de la Torre Eiffel un privilegio que disfrutan hoy a plenitud los cubanos Noslen Diaz y Jorge Luis Alayo en el torneo olímpico del voley de playa.
Por Michel Dalí, enviado especial
Una espinita clavada desde los Panamericanos de Santiago de Chile, cuando perdieron la final, encontró revancha este martes en el bullicioso y muy soleado Estadio Torre Eiffel, una de las joyas de la cita de Paris 2024, al imponerse a los brasileños George Soto y André Loyola 2-0, con parciales de 21-13 y 21-18.
«Somos dos duplas que siempre damos espectáculo y hoy no podía ser menos, aunque hicimos las correcciones necesarias y con el segundo toque logramos sorprenderlos varias veces. Muy contentos con el trabajo que estamos haciendo y firmes en la idea de alcanzar una medalla», comentó Díaz a un grupo de periodistas.
Alayo sobresalió en la red, con seis bloqueos y 13 puntos de ataque, lo que permitió a Díaz resguardar mejor la defensa. «Estamos muy coordinados y los ajustes que hicimos en la temporada comienzan a dar frutos, vamos bien, pero esto apenas está empezando, eso sí, lo daremos todo por las medallas, comentó el jugador.
Líderes del grupo D, los cubanos terminarán esta fase frente a Marruecos en calidad de líderes, mientras Brasil y Estados Unidos chocarán en un partido crucial en sus aspiraciones en la liza.
Ellos derrotaron a los norteamericanos (Miles Partain y Andrew Benesh)y están clasificados; es así el voley de playa, no podemos pensar en lo que hicimos mal en el pasado, sino en que lo haremos de forma estupenda la próxima vez, entonces vamos por la victoria y a seguir adelante, confesó a Prensa Latina el brasileño George Soto.
El ambiente fue otra de las notas destacadas de la cuarta jornada, todavía en desarrollo, de una disciplina que se inscribe entre las más populares de los Juegos Olímpicos de París. El escenario ya es un regalo, la música, que transita de los ritmos modernos hasta los clásicos de la sempiterna Edith Piaf, hace sus aportes.
Luego, la animación y las emociones del voley playa parecen más que suficiente en una Ciudad de las Luces que se beneficia en los últimos días del verano a plenitud, con abundante sol y elevadas temperaturas.
La muchedumbre de nativos y turistas hacen valer el anuncio de que se vendieron nueve millones de tickets para asistir a las competiciones olímpicas.
Igual, son visibles los miles de agentes del orden desplegados en la principal urbe francesa, en un intercambio de roles en el cual los transeúntes parecen sentirse aliviados por la protección, si bien en ocasiones parece excesiva.